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ToggleDesahucios durante la crisis en 2012 y 2013
Hoy recatamos una noticia de la crisis que azotó a España, específicamente en el área de los desahucios.
Como abogados de desahucios sabemos que la vivienda es un sector muy castigado en todas las crisis económica y los desahucios son una de las consecuencias que no tardan en llegar.
Unas 240.000 personas pueden perder su casa en 2013, el doble que en 2012
El Banco de España publicaba por primera vez los número de ejecuciones hipotecarias, teniendo en cuenta un total del 85% de entidades bancarias españolas. Los resultados mostraban la progresiva caída a la exclusión social de un gran grupo social. Según el estudio, a finales de 2012 había 6,7 millones de hipotecas vivas, de las cuales la práctica totalidad -6,1 millones- corresponden a vivienda habitual. Si la distribución fuese la misma para el 100% de la muestra, estaríamos ante un total de 7,8 millones de hipotecas. El estudio revela que el año pasado se produjeron 32.490 ejecuciones de viviendas habituales, lo que representa el 0,5% del total de hipotecas. Si se considera que un hogar medio en España consta de cuatro personas, resultaría que más de 120.000 personas han perdido su casa.
De las ejecuciones de viviendas habituales, 18.325 se resolvieron mediante entrega voluntaria (14.000 por la fórmula de dación en pago, lo que supone el 40% de las ejecuciones). Las viviendas que se ejecutaron por vía judicial igualaron más o menos las entregadas voluntariamente: 14.165. En 2.405 de los casos se procedió mediante desahucio puro y duro, y en el resto de las situaciones se procedió con la vivienda ya vacía. Otro dato que revela el estudio es que el 85% de las ejecuciones lo fueron de hipotecas firmadas con anterioridad al año 2007.
Las cifras muestran la gravedad del problema de la ejecución hipotecaria, más allá de si se produce o no vía desahucio. El trasfondo de este drama social es claramente el estallido de la crisis económica y la consecuente pérdida masiva de empleo. Si hacemos un sencillo análisis de matriz de transición entre desempleo y pérdida de la vivienda, en 2013 se podría producir casi el doble de ejecuciones hipotecarias. En agregado, si no hay recuperación del empleo a los niveles previos a la crisis, en una década podrían haber perdido su vivienda casi 200.000 familias, o lo que es lo mismo, unas 800.000 mil personas.
En un contexto de crisis, sorprende la banalización de las cifras por parte del Gobierno y los escasos pasos que se están dando para frenar con contundencia esta transición hacia la exclusión social que suponen los desahucios durante la crisis. Un dato significativo del estudio del Banco de España es que, del total de hipotecas vivas, el 67% proviene de los percentiles más bajos del escalafón de la distribución. Ello no hace más que reflejar que la legislación actual está golpeando con especial dureza a las clases más bajas, y también al segmento de la inmigración, que en muchos casos acaba abandonando el inmueble y volviendo a sus países de origen. La nueva ley tampoco incorpora la denominada segunda oportunidad para el deudor, por lo que los ejecutados que no han optado por la dación en pago seguirán poscritos financieramente y abocados al abismo social.