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ToggleDemanda por separación de bienes. El proceso de divorcio puede ser uno de los momentos más complicados y estresantes en la vida de una persona. Y no sólo a nivel emocional, sino también económico y legal. En España, una de las opciones más elegidas por las parejas es el régimen de separación de bienes, lo que facilita enormemente el proceso de disolución del matrimonio.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que también existen ciertas cuestiones a las que hay que prestar atención, incluso cuando no hay hijos involucrados.
Pero, ¿Cuáles son los pasos que hay que seguir en una demanda por separación de bienes? ¿Qué aspectos legales debemos valorar? A continuación, te explicamos todas las características de este tipo de régimen matrimonial y cómo se lleva a cabo el reparto de los bienes.
Demanda por separación de bienes: ¿Qué tipos de régimen matrimonial existen y cómo influyen en el reparto de bienes en un divorcio?
El régimen matrimonial es el conjunto de normas que regula el patrimonio de los cónyuges durante y después del matrimonio, determinando cómo se gestionan los bienes adquiridos y cómo se reparten en caso de separación. Los dos más comunes son el régimen de separación de bienes y el régimen de sociedad de gananciales.
Régimen de separación de bienes
Bajo el régimen de separación de bienes, cada cónyuge mantiene la titularidad exclusiva de los bienes que poseía antes del matrimonio, así como los que adquiera mientras dure el mismo. Esto significa que cada parte es responsable de su propio patrimonio.
Por ejemplo, si uno de los cónyuges compra un coche o una casa, esos bienes serán únicamente de su propiedad, sin que el otro cónyuge tenga derecho a reclamarlos en caso de divorcio.
Régimen de sociedad de gananciales
Por otro lado, en el régimen de sociedad de gananciales, los bienes adquiridos durante el matrimonio pertenecen a ambos cónyuges por igual, independientemente de quién los haya adquirido.
Esto puede complicar enormemente el proceso de divorcio, ya que implica una valoración y reparto equitativo de los bienes. Si uno de los cónyuges adquiere una propiedad durante el matrimonio y el matrimonio se disuelve, deberá determinarse la parte correspondiente a cada uno, pudiendo dar lugar a disputas y terminar alargando el procedimiento.
Demanda por separación de bienes: ¿Qué hay que tener en cuenta en un divorcio con separación de bienes sin hijos?
Lo primero que debemos aclarar es que un divorcio «sin hijos» no significa necesariamente que no existan descendientes. La ley considera que una pareja puede estar libre de obligaciones relacionadas con hijos si estos son mayores de edad y no necesitan apoyo. En estos casos, las opciones son las siguientes:
- Divorcio simplificado de mutuo acuerdo: el proceso puede llevarse a cabo ante un notario o a través de la vía judicial. Un procedimiento más rápido y menos costoso. Ambos cónyuges deberán presentar un convenio regulador que especifique cómo se repartirán los bienes y cómo se afrontarán las deudas.
- Divorcio contencioso: si los cónyuges no logran llegar a un acuerdo, tendrán que pasar por los tribunales. Un procedimiento más complejo que, además de ser más costoso, puede prolongarse en el tiempo.
Ventajas de un divorcio de mutuo acuerdo
Además de reducir el tiempo y los gastos del proceso, el divorcio de mutuo acuerdo también puede ayudar a preservar la relación entre los cónyuges:
- Reducción del estrés emocional: el divorcio de mutuo acuerdo facilita mucho la negociación, evitando los inconvenientes típicos de los divorcios contenciosos.
- Ahorro económico: esta modalidad resulta más económica, ya que ambos cónyuges pueden compartir los honorarios de un único abogado.
- Proceso más ágil: el divorcio de mutuo acuerdo suele resolverse en días, eliminando la necesidad de celebrar un juicio y agilizando enormemente los trámites administrativos.
- Participación activa: la elaboración del convenio regulador permite que ambos cónyuges tengan voz en el proceso, haciendo que el acuerdo sea más justo y satisfactorio para ambos.
Divorcio de mutuo acuerdo con separación de bienes sin hijos: ¿Cómo proceder?
El divorcio de mutuo acuerdo con separación de bienes y sin hijos es una de las opciones más favorables, ya que permite a las parejas simplificar el proceso legal y alcanzar un acuerdo que refleje perfectamente sus intereses y necesidades. Para ello, hay dos vías:
Procedimiento notarial
Una de las formas más comunes de llevar a cabo un divorcio de mutuo acuerdo es a través de un procedimiento notarial, lo que se conoce también como «divorcio exprés». Algunas de sus ventajas son las siguientes:
- Rapidez: si se presentan todos los documentos requeridos, este tipo de divorcio puede resolverse en un mismo día.
- Simplicidad: los cónyuges sólo necesitan un abogado, sin que haga falta la intervención de un procurador, lo que simplifica aún más el proceso.
- Menores costes: al compartir los honorarios de un único abogado, es posible ahorrar dinero.
Procedimiento judicial
El divorcio de mutuo acuerdo también puede llevarse a cabo por la vía judicial. Aunque se trata de un proceso algo más lento, sigue siendo más ágil que un divorcio contencioso. Para ello, es necesario presentar la demanda ante el juzgado, ratificar el acuerdo y esperar a la resolución por parte del letrado de la Administración de Justicia.
En cualquier caso, es fundamental que los cónyuges presenten un convenio regulador que especifique cómo se repartirán los bienes y cómo se gestionarán las deudas, estableciendo así las bases del acuerdo para evitar futuros conflictos.
Divorcio contencioso con separación de bienes sin hijos
Cuando no se consigue llegar a un acuerdo, el divorcio contencioso es la única opción viable. Un proceso que puede resultar complicado y emocionalmente agotador, especialmente cuando no se cuenta con el asesoramiento adecuado.
Además, la duración del proceso puede alargarse considerablemente, aumentando el estrés para ambos cónyuges. Por este motivo, es recomendable que se valoren todas las opciones disponibles antes de optar por este camino.
- Presentación de la demanda: el cónyuge que inicia el proceso debe presentar la demanda de divorcio a través de un abogado y un procurador.
- Contestación de la demanda: el otro cónyuge tiene derecho a responder a la demanda, ya sea aceptando o rechazando.
- Pruebas y audiencia: puede que haya que presentar pruebas para respaldar las reclamaciones de cada parte. Además, puede convocarse una audiencia para que ambos cónyuges expongan sus posiciones.
- Sentencia: finalmente, el juez emitirá una sentencia en la que se incluirá el reparto de bienes.
¿Qué pasa con la vivienda familiar en un divorcio con separación de bienes sin hijos?
Uno de los aspectos más sensibles en un divorcio es la gestión de la vivienda familiar. Para ello, existen varias opciones:
- Venta de la propiedad: en muchos casos, la opción más justa es vender la casa y dividirla entre ambas partes.
- Alquiler: otra opción es alquilar la vivienda y dividir los ingresos generados, lo que puede ser una solución temporal mientras ambos cónyuges encuentran su propio espacio.
- Asunción de la propiedad: si uno de los cónyuges desea quedarse en la vivienda, puede hacerlo, pero es necesario que se llegue a un acuerdo claro sobre cómo se manejan los pagos de la hipoteca y el resto de gastos de la propiedad.
En ese caso, se deberá compensar al otro cónyuge por su parte correspondiente, ya sea a través de pagos únicos o de la reestructuración de otras propiedades o activos. Además, hay que tener en cuenta que si no se cambia la hipoteca, ambos cónyuges siguen siendo responsables ante la entidad financiera, independientemente de que uno de los cónyuges haya decidido quedársela.
En resumen, aunque es cierto que el proceso de divorcio puede ser complicado y emocionalmente agotador, con la información adecuada y asesoramiento experto, la separación puede llevarse a cabo de manera justa, permitiendo a ambos cónyuges continuar adelante con sus vidas de manera positiva.