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ToggleLa tarjeta revolving es un recurso que se está poniendo muy en boga en los últimos tiempos. ¿Pero qué es y qué tipo de restricciones legales tienen?
Estas tarjetas forman parte de un contrato donde puedes recibir un crédito para realizar pagos y estas se van cobrando, junto con los intereses, en el largo plazo.
Se puede retirar también dinero en efectivo, acción que por supuesto conlleva intereses. Este producto ha ganado popularidad gracias a la flexibilidad que tiene y por lo beneficioso que resulta para los bancos que las emiten.
Los intereses en este tipo de tarjeta pueden llegar a superar el 25% TAE y para algunas leyes resulta abusivo.
Debido a estos intereses tan altos se encuentra la razón de porque muchos usuarios la denominan como “tarjetas abusivas”. Conoce todo sobre estas tarjetas en este artículo y cómo hacer reclamaciones debido a sus condiciones de uso.
Cómo funcionan las tarjetas revolving
Las tarjetas revolving funcionan como el resto de tarjetas de crédito que encontramos en el mercado: te permiten disponer de un dinero adelantado que más tarde tendremos que
devolver con intereses en un plazo de tiempo.
Lo que la hace diferente al resto de tarjetas de crédito son las formas de devolver el dinero:
● Pago único: en esta forma de pago se abonará toda la cantidad utilizada de golpe a final de cada mes o al principio del mismo. Este método no contiene interés o comisiones porque se trata de zanjar la deuda por completo.
● Pago aplazado: al igual que ocurre con los préstamos bancarios, podremos devolver el dinero prestado de manera fraccionada en un determinado número de meses.
Esta forma de devolución conlleva intereses.
El límite del crédito se fija mediante un contrato. En este también se define los intereses que va a tener el uso de la tarjeta. A medida que el cliente vaya gastando el crédito pactado, dispondrá de menos dinero. Estas tarjetas sirven como un medio para tener fondos de manera rápida e ir pagando poco a poco.
Si se hace un uso irresponsable de ella, puede convertirse en una forma de endeudamiento y llegar a casos extremos de insolvencia.
¿Cómo reclamar tarjetas revolving?
Hay dos tipos de reclamaciones que se pueden realizar:
Reclamaciones extrajudiciales
Para llevar a cabo este tipo de reclamación tenemos que ponernos en contacto con el Servicio de Atención al Cliente del banco que nos ha dado la tarjeta y presentar un escrito
con las incidencias. Si no se recibe respuesta, entonces hay que acudir al Banco de España y proporcionar un recurso.
Para realizar este trámite no es necesario contar con la presencia de un abogado, pero es aconsejable, ya que a veces no dan una respuesta o si la dan no es del todo beneficiosa
para el cliente. Los bancos tienden a aprovecharse del consumidor medio el cual desconoce las leyes que los amparan.
Por esta razón, es recomendable contratar a un experto para defender sus derechos y negociar beneficios para el cliente, no para las entidades financieras.
Reclamaciones judiciales
Para llevar a cabo este tipo de petición es necesario contar con un abogado y un procurador.
Lo primero que harán es formalizar una reclamación extrajudicial para intentar que el cliente recupere lo que le pertenece sin llegar a un juicio.
Por lo general, cuando les envía una carta un abogado suelen contestar más rápido, ya que de llegar a un juicio tendrán que no solo devolver el dinero que les pertenece al cliente, sino que además, deberán pagar las costas y esto sería mucho peor para ellos.
En caso de no llegar a un acuerdo, se emitirá una denuncia la cual debe ser previamente aprobada por un juzgado. Una vez se admita, se señalará la fecha del juicio.
Este proceso puede tardar unas semanas dependiendo de la cantidad de trabajo que tenga el juzgado.
Una vez se celebre el juicio, la sentencia se conocerá en poco tiempo. El abogado durante este evento puede apelar en favor al consumidor con los siguientes argumentos: poca transparencia por parte del banco o vicio en el consentimiento.
¿Qué peligro tiene el utilizar estas tarjetas?
El principal problema de utilizar estas tarjetas es que una vez amortizada la deuda, la cantidad vuelve a estar disponible para nuevamente usarla.
El pago de la deuda se puede hacer de dos maneras: en cuotas fijas mensuales o de golpe. Si se fracciona se aplica 5% de intereses, pero esta se recalcula cada mes. Es decir, si el usuario deja de utilizar la tarjeta, el saldo que se debe disminuye.
Si por lo contrario, se sigue haciendo uso de la misma, entonces el porcentaje de los intereses aumenta.En definitiva, a más crédito se gaste, mayores serán los intereses que se tenga que pagar.
Al final utilizar esta tarjeta puede ser bastante caro para el cliente.Además, resulta algo negativo porque los intereses varían y es cuando llegan las sorpresas.
En resumen, contar con un abogado para tener un respaldo durante la reclamación hacia un banco por el abuso de un contrato de la tarjeta es la mejor forma de defendernos. Debemos estar informados de todas las leyes que nos amparan y proporcionar la documentación pertinente.
Seguir estas pautas puede llevarnos hacia el éxito en esta operación y así, poder recuperar el dinero que nos pertenece.